Fantasía Vs Imaginación. El Caso de un Poema
FANTASÍA VS IMAGINACIÓN
El Caso de un Poema
La fantasía es la representación tanto de los objetos sensibles, como de los que nos regresa la memoria, e incluso su prolongación hasta la recreación de nuevas imágenes y sensaciones; además aquéllas representaciones que rescata la memoria pueden estar ya reconfiguradas. Así, cualquier impresión que recibimos del mundo externo (y de lo interno), enseguida que la procesamos pasa a ser ya fantasía.
El término de fantasía puede rastrearse desde la antigüedad griega, el cual hace alusión a la imaginación como la facultad que comunica las impresiones del mundo externo con el alma por medio de imágenes. No hay nada que llegue al alma que no esté mediado por las fantasías.
Después de un largo peregrinar y de influencias de diversa índole, con el modernismo y el racionalismo, de manera bastante apretada pude decirse que se acepta el término imaginación como una práctica saludable, permite elaborar propósitos y fijarse metas e incluso, es la facultad que permite la creación artística; sin embargo la fantasía, el fantasear, puede ser dañino ya que nos aleja de la realidad a tal grado que deambulamos en mundos inexistentes que nos pueden conducir al fracaso, al caos.
En la actualidad, con la aportación de diversos autores avezados en la materia y sin entrar en mayor polémica, podemos asumir que la fantasía es la representación tanto de los objetos sensibles como de los que recoge la memoria, e incluso su prolongación hasta la recreación de nuevas imágenes y sensaciones. La fantasía no se reduce a la representación de una imagen, aunque sea su concreción, ya que constituye un devenir; se va reconfigurando.
Por tanto, la fantasía juega con las imágenes producto de la imaginación, valga la redundancia, ya que permite situar a la imaginación como parte, que está subsumida a la fantasía, no son dos opciones excluyentes una de otra. La frase de Giorgio Agamben resulta bastante ilustrativa “Una vez que las imágenes han entrado en nosotros, no dejan de transformarse y de crecer». [1]
Por su parte la poesía, en una primera aproximación un tanto sencilla, podría decirse que consiste en la creación de imágenes por medio de metáforas, donde las palabras deben alcanzar un ritmo, el cual por sí mismo llega a generar una sensación, además de la emoción que surge de las propias imágenes. Probémoslo:
ACASO
Al mar el ocaso lo aspiró
Fue inmensa la arena
donde hubo cristal los erizos se lamían
el olor acre
Deambulando se encontraban
los peces globo, las mantarrayas
unos rojos turgentes
adelante el sueño espeso
Otro poco más huellas de ansias
con ellas el tiburón dama
se reflejaban un beso oscuro y sus excesos
el eco de un ultraje
Había nidos con aroma de ira
más lejos un imán con diminuto brillo
entre azul y sabor a rapsodia
asimilaba porqués de aflicción
¡Viene de regreso la mar
el Sol lo expiró
era un acertijo
mue…..!
[1] Agamben, Giorgio. Ninfas. Traducción de Antonio Gimeno Cuspinera. Ed. Pretextos. Valencia, España. 2007. Pág. 11.